Si bien los pagos digitales dominan las transacciones minoristas, la caída en la tarjeta positiva plantea un problema costoso y a menudo pasado por alto. Un falso positivo es cuando los sistemas de detección de fraude indican erróneamente una compra real como sospechoso y fraudulento, y luego evitan que la transacción tenga lugar. Estos errores cuestan los ingresos y las compañías de reputación. La investigación incluso muestra42% de los compradores Boicotearía una marca que rechaza erróneamente su transacción.
Se estima que tanto como 15%De todas las transacciones de tarjetas sin imprenta (CNP) se reducen falsamente. Para los minoristas de comercio electrónico, esto se traduce en un cliente legítimo de siete se negó a la caja registradora, a menudo sin explicación.
La carga financiera de falsos positivos
Si bien las empresas y los bancos buscan defenderse contra las crecientes amenazas en línea, a menudo usan un enfoque basado en reglas o se oponen demasiado a los riesgos, bloqueando inadvertidamente los pagos de clientes reales.Investigación revela que el 70% de las transacciones falsamente rechazadas son difíciles de recuperar, lo que lo convierte en una prioridad absoluta para los minoristas.
Los desencadenantes típicos para falsos positivos pueden incluir compras hechas de ubicaciones desconocidas, tamaños o frecuencias de transacciones atípicas, y problemas de integración con carteras digitales o servicios de pago más adelante (BNPL). A medida que se desarrollan compras móviles y de atacante cruzada entre los hábitos de los consumidores, tales garantías pueden penalizar involuntariamente a los compradores legítimos.
Para los minoristas, cada declive falso es más que una venta perdida. Frustran a los clientes, que pueden continuar abandonando su compra y comprar por completo a la marca, erosionando el valor a largo plazo.Casi la mitad de los consumidores cambiaría a los minoristas después de una sola experiencia de pago deficiente. En el mercado actual, con los competidores con razón, esta suscripción puede ser devastador.
Mientras tanto, los estafadores reales continúan evitando las medidas de seguridad, lo que plantea riesgos continuos. Los bancos se enfrentan a mayores costos de servicio y, a su vez, disminuyen la confianza cuando los titulares de tarjetas no están justificados. Este efecto de capacitación tiene un impacto en todo el ecosistema de pagos, desde transmisores de tarjetas hasta comerciantes, lo que impulsa la necesidad urgente de equilibrio.
¿Qué causa el surgimiento de falsos positivos?
Las transacciones Transfronner a menudo activan alertas basadas en factores de riesgo geográfico, incluso cuando son legítimos. Los requisitos reglamentarios también llevan a los sistemas de fraude a la prudencia, a veces en detrimento de la experiencia del cliente.
Comercio móvil y aplicaciones basadas en complejidad adicional. Los dispositivos y las direcciones IP cambian con frecuencia, lo que dificulta que los sistemas de detección de fraude tradicionales verifiquen a los usuarios sin causar falsas alarmas. A medida que más consumidores usan varios dispositivos y aplicaciones de pago, la detección de fraude debe adaptarse a los puntos de datos fragmentados.
Soluciones más inteligentes a un problema creciente
La reducción de falsos positivos requiere sistemas adaptativos más inteligentes que equilibren el riesgo con la experiencia del cliente. Dos enfoques son los más efectivos:
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AI Avanzado y análisis de comportamiento: Los modelos de aprendizaje automático, entrenados en datos de transacciones en profundidad, pueden ayudar a hacer la distinción entre variaciones normales del cliente y fraude real. Esto minimiza las gotas innecesarias mientras se mantiene una fuerte protección.
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Autenticación basada en el riesgo: En lugar de bloquear las transacciones, las empresas solo pueden aplicar pasos de verificación adicionales cuando sea necesario. Autenticación biométrica o códigos de acceso únicos verifican compradores auténticos. Si se produce duda en una transacción, los minoristas necesitan medidas establecidas para sufrir autenticidad.
Más allá de la tecnología, la colaboración es esencial. El intercambio de inteligencia de fraude entre comerciantes, bancos y procesadores de pagos crea una visión más holística de las amenazas emergentes, reduciendo los falsos positivos y el fraude real.
Minimizar las caídas falsas, maximizar la confianza y los ingresos
Los minoristas necesitan información detallada sobre los clientes, que combinan el historial de compras, los datos del dispositivo y los modelos de comportamiento, para identificar a los compradores de retorno, incluso si cambian los hábitos. Invertir en herramientas de tiempo real para monitorear y tomar decisiones ayuda a informar transacciones muy sospechosas al tiempo que proporciona a los clientes leales experiencia transparente.
Para el futuro, el desafío es claro: proteger los ingresos y los clientes sin alienar a los compradores auténticos. A medida que avanzan las tácticas de fraude, la adopción de tecnologías de prevención inteligentes y alentar la colaboración en todo el ecosistema será esencial.
Encontrar el equilibrio correcto entre la prevención del fraude y la experiencia del cliente es un problema continuo. Al minimizar los falsos positivos y ofrecer experiencias de pago suaves y seguras, los minoristas pueden proteger miles de millones de ingresos, mejorar la confianza del cliente y prosperar en un mercado donde la conveniencia y la seguridad van de la mano.