Los investigadores de ciberseguridad han descubierto que los malos actores siguen teniendo éxito al falsificar las direcciones de correo electrónico de los remitentes en varias campañas de spam. La falsificación de la dirección del remitente de un correo electrónico se considera ampliamente como un intento de hacer que la misiva digital sea más legítima y eludir los mecanismos de seguridad que, de otro modo, podrían marcarla como maliciosa. Aunque existen salvaguardas como DomainKeys
