Sam Bankman-Fried (SBF), cofundador del fracasado exchange de criptomonedas FTX, presentó una apelación impugnando su condena por fraude el 13 de septiembre, argumentando que el juicio estuvo contaminado por sesgos judiciales y errores de procedimiento.
La apelación, presentada ante el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito el 13 de septiembre, alegó injusticia durante los procedimientos legales que resultaron en la sentencia de 25 años de prisión de SBF y solicitó un nuevo juicio.
SBF fue condenado por múltiples cargos en octubre de 2023, incluidos fraude y conspiración, por su papel en el dramático colapso de FTX el año anterior.
Presunto culpable
En marzo, el juez federal de distrito Lewis Kaplan lo condenó a 25 años de prisión. El nuevo equipo legal de SBF, dirigido por la abogada Alexandra Shapiro, ahora sostiene que la gestión del caso por parte de Kaplan fue parcial e influyó indebidamente en el resultado.
En la apelación, Shapiro afirmó que el juez Kaplan hizo comentarios perjudiciales ante el jurado, presentando a SBF como culpable antes de la conclusión del juicio. La defensa también criticó al juez por restringir argumentos clave de la defensa, incluidas pruebas relacionadas con las inversiones de SBF que podrían haber demostrado sus esfuerzos por estabilizar la empresa.
Además, la apelación planteó inquietudes sobre cuestiones de procedimiento, incluida la afirmación de que a SBF se le negó el acceso a pruebas exculpatorias, conocidas como material Brady, que podrían haber respaldado su defensa. Su equipo legal sostuvo que el gobierno y el patrimonio de la quiebra que supervisaba la disolución de FTX trabajaron demasiado de cerca, lo que limitó la capacidad de la defensa para presentar un caso completo.
Revocando la condena
En el centro de la defensa de SBF está su insistencia en que los problemas financieros de FTX no eran tan graves como se describía y que muchos clientes podrían recuperar sus fondos mediante un procedimiento de quiebra. Su equipo legal argumentó que el tribunal bloqueó injustamente la presentación de este argumento ante el jurado, creando lo que describieron como una imagen incompleta del estado financiero de la empresa.
La apelación también destacó el testimonio de varios exsocios de SBF, entre ellos Caroline Ellison y Gary Wang, quienes cooperaron con los fiscales después de declararse culpables de cargos de fraude. Estos testimonios fueron fundamentales para el caso de la fiscalía contra el fundador de FTX.
La defensa de SBF había solicitado inicialmente una reducción de la sentencia, argumentando que no tenía intención de delinquir y que el colapso de FTX se debió a las condiciones del mercado y a una mala gestión, no a un fraude deliberado. Sin embargo, su última apelación pretende revocar la condena por completo, con el objetivo de celebrar un nuevo juicio.
Mientras comienza el proceso de apelación, SBF permanece detenido y sigue cumpliendo su condena. El resultado de la apelación podría tener implicaciones importantes para su futuro, así como para las consecuencias más amplias del colapso de FTX, que sigue siendo un momento crucial en la historia de la industria de las criptomonedas.