No hay duda de que la IA también desempeñará un papel central en la mejora de la competitividad de la UE. Pero hay muchas historias de terror que pueden obstaculizar la difusión de esta información.
Como si la IA supiera más sobre tu yo interior que tú, y lo usara con fines comerciales e incluso en contra de tus intereses (no tiene sentido intentar fingir, o tal vez deberías preguntarle a la IA quién eres realmente… ).
Incluso si el RGPD impusiera fuertes multas a una organización de inteligencia artificial que utilice sus datos sin su consentimiento, puede ser difícil probar algo. Pero, en cualquier caso, el RGPD proporciona una buena base ahora que la infraestructura fiduciaria de la UE proporcionará billeteras de identificación para controlar y distribuir los datos verificados necesarios para los acontecimientos de la vida de ciudadanos y organizaciones. Sin duda, la IA debería comenzar por sí sola a utilizar datos autorizados y verificados de forma anónima. Los datos son siempre la primera opción.
Ahora debemos evitar el pánico y mantener debates en profundidad sobre cómo podemos hacer que la IA sea más confiable, más productiva, más segura y más ética. Supongo que, como todas las organizaciones en Europa y más allá pronto utilizarán billeteras EUDI-ID, el siguiente paso será garantizar que los dispositivos importantes, por razones de seguridad, tengan las mismas aplicaciones.
¿No debería aplicarse esto también al software de importancia crítica, que naturalmente contiene credenciales de agencia emitidas por la billetera de su administrador y conectadas de forma transparente con los propietarios beneficiarios?