
Durante el año pasado, la industria de la criptografía ha atraído usuarios en una escala exponencial, con direcciones activas mensuales. triplicarse, de 70 millones en 2023 a más de 220 millones en 2024. con más 300 canales listadosel ecosistema debe ser capaz de satisfacer de forma sostenible las necesidades de todo tipo de usuarios. Sin embargo, en este panorama en expansión, la mayor parte de la actividad y la liquidez están atrapadas en múltiples Capa 2 de Ethereum.
En su estado actual, Ethereum recuerda a la Europa de principios del siglo XVI, donde se produjeron avances como la impresión y la construcción naval avanzada que mejoraron la gestión de recursos. Hoy en día, el próspero ecosistema DeFi de Ethereum está equipado con primitivos como prestar y pedir prestado, apostar y retomar. Sin embargo, al igual que los desafíos de Europa con recursos escasos y sobreutilizados, Ethereum enfrenta obstáculos para hacer que otros activos sean útiles en su propio país: su capa 1.
Por lo tanto, el ecosistema blockchain actual sigue siendo frustrante y fragmentado. Aunque la abstracción de cadenas es una tendencia en muchos proyectos en marcha, soluciones como Intents generalmente involucran secuenciadores que favorecen a los grandes jugadores cuando ejecutan órdenes entre blockchains, lo que lleva a la centralización. Además, no se crean utilidades adicionales para los usuarios, ya que la mayoría de las soluciones se centran simplemente en intercambiar activos.
A pesar de una base tecnológica impresionante, hemos creado un panorama en el que los activos digitales están limitados en lugar de potenciados. Los principales recursos de blockchain, como Ethereum, están infrautilizados y limitados por límites arquitectónicos rígidos.
Para que exista una verdadera interoperabilidad, en 2025, debemos dar un paso atrás y volver a abordar la modularidad de blockchain desde una nueva perspectiva.
La ilusión de la modularidad
La analogía común entre blockchain y los “bloques Lego” simplifica demasiado un panorama tecnológico complejo. A diferencia de los bloques de construcción uniformes, los componentes de blockchain son sistemas complejos con dependencias específicas y desafíos de interoperabilidad complejos.
Tomemos un escenario práctico: mover un activo entre diferentes redes blockchain debería ser sencillo. Sin embargo, las soluciones actuales, como los intercambios básicos de tokens, ofrecen una funcionalidad mínima. La tecnología requiere un enfoque más matizado y sofisticado.
Las tecnologías emergentes están cambiando esta narrativa. Las alternativas de mensajería general y los avances en la finalidad de las transacciones están creando un ecosistema más orgánico y unificado. El objetivo final no es sólo conectar elementos dispares, sino crear una infraestructura donde diferentes redes puedan colaborar sin esfuerzo.
2025: El año de la utilidad y la accesibilidad
De cara al año 2025, anticipo un enfoque doble para resolver los problemas de fragmentación actuales y futuros. Para atraer usuarios y construir una base de usuarios sostenible, la infraestructura debe integrarse en el fondo para que los usuarios puedan centrarse en la aplicación misma sin quedar atrapados en la tecnología que subyace a ella.
Actualmente, los usuarios no pueden utilizar de manera óptima sus activos debido a complejas soluciones de transición que los disuaden de mover fácilmente sus activos de una cadena a otra. En cambio, debemos brindar a los usuarios una forma de maximizar sus retornos y al mismo tiempo contribuir al ecosistema. Esto se puede lograr dando libertad a los poseedores de tokens para mover sus activos a través de las cadenas sin puentes, a través de soluciones como la reposición de existencias. A medida que la restauración se expande más allá de Ethereum, conectando múltiples redes de Capa 1 y Capa 2, esta es un área de interés creciente para los usuarios.
En lugar de fragmentar el ecosistema con nuevas cadenas de bloques competidoras, los proyectos se centrarán en mejorar e interconectar la infraestructura existente. Este enfoque dará nueva vida a los canales actualmente inactivos, dinamizará los negocios y creará valor real.
Además de las mejoras en la infraestructura subyacente, la experiencia del usuario también ocupará un lugar central. Veremos aplicaciones que integran la funcionalidad blockchain de manera tan perfecta que los usuarios interactuarán con tecnología sofisticada sin siquiera reconocer su complejidad. La infraestructura se volverá invisible: un potente backend que complementa experiencias de frontend fluidas sin fricciones técnicas.
Crear un mercado global
Aunque 2024 marcó una aceptación significativa de la industria, como lo demuestra el aumento de la inversión en activos como bitcoin, una verdadera adopción requiere una visión inclusiva. No debemos limitarnos a crear instrumentos financieros, sino crear un mercado global donde todo se comunique con todo lo demás, permitiendo que cada activo alcance su máximo potencial.
El futuro de blockchain no depende de que cadenas individuales compitan por la supremacía. Se trata de crear una infraestructura colaborativa y sin fricciones que permita a los usuarios acceder al potencial económico, construyendo el futuro de cómo pueden funcionar el dinero y el valor.
