COMENTARIO
Pequeñas y medianas empresas (PYMES) se han convertido cada vez más en objetivos principales de los ciberdelincuentes. Aunque las grandes empresas suelen aparecer en los titulares cuando se producen infracciones, la realidad es que Pymes corren un riesgo aún mayor. Casi el 70% de las pymes informaron haber sufrido al menos un ciberataque el año pasado. Las razones son claras: las PYMES a menudo operan con presupuestos limitados, herramientas de ciberseguridad inadecuadas y escasez de profesionales calificados en ciberseguridad. Estos factores los hacen particularmente vulnerables a las amenazas sofisticadas y en evolución del entorno cibernético actual.
Las PYME son el alma de nuestra economía y su dinamismo y determinación son verdaderamente inspiradores. Las empresas con las que interactúo tienen un conocimiento excepcional y brindan constantemente servicios y productos excepcionales a sus clientes. Sin embargo, debo recordar que las pymes no son por naturaleza empresas tecnológicas. Debido a limitaciones presupuestarias, los actores malintencionados suelen considerarlos “objetivos fáciles”.
Estas pequeñas empresas simplemente quieren que su TI funcione sin problemas y de forma segura. Sin embargo, cuando se trata de mitigar amenazas como ciberataquesestán en desventaja. Aunque muchas PYMES comprenden la importancia de la ciberseguridad, a menudo necesitan ayuda para priorizar, implementar y mantener defensas efectivas debido a los recursos limitados, tanto financieros como técnicos, en comparación con las organizaciones más grandes.
Entendiendo el paisaje
el rango de ciberamenazas que enfrentan las pymes es vasto y está en constante evolución. Los vectores de ataque comunes incluyen phishing, ransomwaredenegación de servicio, ingeniería social y secuestro de sesión, por nombrar algunos. Cada amenaza puede causar un daño significativo, ya sea robo de propiedad intelectual, extorsión financiera o daño a la reputación.
Los ciberataques más exitosos aprovechan las brechas en la estrategia de riesgo cibernético de una organización. Para las PYMES, estas brechas suelen ser el resultado de recursos limitados, acceso limitado a talento calificado y un enfoque reactivo a la ciberseguridad. En mis conversaciones con clientes y socios comerciales, queda claro que, si bien la preocupación por los riesgos cibernéticos es universal, las pymes suelen ser las menos equipadas para abordar estos riesgos de forma independiente.
Personas, procesos y tecnología: un enfoque holístico
Para combatir eficazmente las ciberamenazas, las pymes deben adoptar un enfoque holístico que se centre en tres elementos esenciales: personas, procesos y tecnología.
1. Personas: cerrar la brecha de habilidades
Uno de los mayores desafíos que enfrentan las PYMES es la falta de profesionales calificados en ciberseguridad. Incluso las mejores tecnologías y procesos pueden fallar sin el talento adecuado. Las PYMES necesitan evaluar las habilidades de su fuerza laboral actual e identificar brechas. Es fundamental llenar estos vacíos, ya sea capacitando a los empleados existentes, contratando nuevos talentos o asociándose con empresas externas de ciberseguridad.
En muchos casos, puede resultar más práctico para las PYME recurrir a un socio confiable para complementar sus capacidades internas. Muchos clientes con los que hablo utilizan servicios de consultoría centrados en la ciberseguridad para implementaciones de corto a mediano plazo, o dependen de proveedores de servicios administrados (MSP). Además, aprovechar las soluciones de software como servicio (SaaS) puede proporcionar una forma rentable de acceder a herramientas de seguridad avanzadas sin requerir una gran experiencia interna. Estos servicios suelen tener niveles de servicio garantizados, lo que garantiza que profesionales experimentados manejen funciones de seguridad críticas.
2. Proceso: definir la ciberresiliencia
Aunque cada organización tiene requisitos técnicos únicos, la necesidad de una estrategia de ciberresiliencia bien definida es universal. Las PYMES deben desarrollar procesos adaptados a sus necesidades específicas y adaptarse a las cambiantes demandas comerciales. Un enfoque único no será suficiente. En cambio, las PYMES deberían considerar marcos estándar como ITIL, Agile y DevOps como base para desarrollar sus estrategias de ciberseguridad, ya que estos marcos pueden ayudar a agilizar los procesos y fortalecer la postura general de ciberseguridad.
Una de las conclusiones clave de mis conversaciones con pymes exitosas es la importancia de diseñar procesos comerciales sostenibles. La ciberresiliencia es un viaje continuo y no un objetivo estático que requiere mejora y adaptabilidad continuas. Cada organización debe evaluar y actualizar periódicamente sus procesos para mantenerse al día con las necesidades cambiantes y las amenazas emergentes. Al adoptar un enfoque dinámico para el desarrollo de procesos, las PYMES pueden mantenerse a la vanguardia y mantener defensas sólidas.
3. Tecnología: elegir las herramientas adecuadas
La tecnología es la piedra angular de cualquier estrategia de ciberseguridad. Dada la amplia gama de herramientas disponibles, las PYMES deben seleccionar cuidadosamente las soluciones que mejor satisfagan sus necesidades específicas. Ya sea que se centre en la seguridad de la red, la protección de datos o la gestión de identidades, la tecnología elegida debe ser práctica y escalable.
Las PYMES deben asegurarse de que su tecnología esté alineada con su estrategia de ciberseguridad. Esto significa evaluar soluciones locales y basadas en la nube mientras se administra cuidadosamente el acceso a datos confidenciales. El objetivo es elegir tecnología que no sólo aborde los problemas de seguridad inmediatos, sino que también genere resiliencia a largo plazo.
Involucrar a los líderes y la industria
Un aspecto crítico de cualquier programa de ciberseguridad exitoso es la participación del liderazgo en todos los niveles de la organización. De mis conversaciones con líderes empresariales que han implementado sólidos programas de ciberresiliencia, surge un tema común: la ciberseguridad es una prioridad seria en toda la organización. Esto no es sólo responsabilidad de TI, sino un imperativo empresarial crítico que impacta la reputación, la salud financiera y el cumplimiento legal.
Para garantizar este nivel de compromiso, las pymes deben involucrar a sus equipos directivos en el desarrollo y supervisión de estrategias de ciberseguridad. Esto implica realizar evaluaciones periódicas de la eficacia del programa, incorporando comentarios de profesionales de ciberseguridad y líderes empresariales. Cuando la dirección participa activamente, envía un mensaje claro de que la ciberseguridad es una prioridad, fomentando una cultura de seguridad en toda la organización.
Otro factor crucial es la voluntad de recurrir a expertos externos. Las PYMES exitosas a menudo miran más allá de sus recursos internos y utilizan análisis de mercado, grupos de usuarios, foros de proveedores y contactos de la industria para informar sus estrategias de ciberseguridad. Para las PYME con personal y experiencia limitados, estos recursos externos ofrecen información valiosa y apoyo esencial para el éxito de sus programas.
Conclusión: un camino proactivo a seguir
La ciberseguridad no es un esfuerzo puntual: es un compromiso continuo que requiere vigilancia, adaptabilidad e inversión estratégica. Para las pymes, el camino hacia la ciberresiliencia puede resultar difícil, pero se puede lograr con el enfoque adecuado. Al centrarse en las áreas críticas de personas, procesos y tecnología, y al involucrar al liderazgo en todos los niveles, las PYMES pueden desarrollar defensas sólidas que protejan sus activos, su reputación y su crecimiento futuro.
En última instancia, no se trata sólo de prevenir ataques. Se trata de construir una organización resiliente que pueda prosperar en un entorno empresarial cada vez más digital y complejo. A medida que las amenazas evolucionan, las PYMES deben adaptar continuamente sus estrategias y soluciones para proteger su negocio. Mediante una planificación cuidadosa, una evaluación continua y el compromiso de considerar la ciberseguridad como una función empresarial esencial, las pymes pueden convertir sus vulnerabilidades en fortalezas y asegurar su lugar en la economía digital..