En ciberseguridad, la grieta más pequeña puede conducir a las mayores violaciones. Una clave de cifrado revelada, un error de software poco probable o un cubo de almacenamiento en la nube abandonado: todos parecen menores hasta que se convierten en el punto de entrada de un ataque. Esta semana, vimos ciberdelincuentes transformando las debilidades descuidadas en grandes amenazas de seguridad, lo que demuestra una vez más que ningún sistema es demasiado pequeño para ser atacado. La pregunta